En España, la falta de obra nueva ha llevado a que cada vez más personas opten por reformar pisos antiguos en lugar de adquirir viviendas recién construidas. Este fenómeno responde a varios factores, entre ellos la escasez de suelo urbanizable, los altos costos de construcción y las restricciones normativas que dificultan el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios. Como resultado, la rehabilitación de viviendas antiguas se ha convertido en una solución cada vez más popular para quienes buscan un hogar moderno sin renunciar a la ubicación y el carácter de los inmuebles más tradicionales.
Las grandes ciudades, donde la demanda de vivienda es alta y la oferta de obra nueva es limitada, han visto un auge en las reformas de pisos antiguos. Muchas de estas viviendas, situadas en zonas céntricas o barrios con historia, ofrecen una estructura sólida y una distribución espaciosa que puede adaptarse a las necesidades actuales con una renovación adecuada. Además, la reforma de estos inmuebles permite a los propietarios personalizar sus espacios, mejorando tanto la estética como la eficiencia energética y funcionalidad de sus hogares.
El mercado de la reforma ha experimentado así un crecimiento significativo en los últimos años, impulsado por la revalorización de los inmuebles tras su renovación. En muchos casos, una reforma integral puede aumentar considerablemente el valor de un piso, convirtiéndolo en una inversión rentable. Es por ello por lo que tanto particulares como inversores han visto en la rehabilitación una alternativa viable a la compra de obra nueva, especialmente en un contexto donde el acceso a la vivienda se ha vuelto más complicado debido al encarecimiento de los precios y la falta de oferta adecuada.
Otro factor determinante en el auge de las reformas es la mayor conciencia sobre la sostenibilidad y la eficiencia energética. Reformar un piso antiguo no solo permite modernizar su diseño y mejorar su habitabilidad, sino que también brinda la oportunidad de incorporar sistemas más eficientes en cuanto a aislamiento térmico, la climatización y el uso de energías renovables. Y es que según nos detallan en Crearsur, esto no solo reduce el impacto ambiental de la vivienda, sino que también permite un ahorro significativo en las facturas de luz y gas a largo plazo. En este sentido, las ayudas y subvenciones gubernamentales para la rehabilitación energética han incentivado aún más esta tendencia, haciendo que la modernización de viviendas antiguas sea más accesible para muchas familias.
La flexibilidad que ofrece una reforma es otro de los grandes atractivos para los compradores. Y es que, mientras que una vivienda de obra nueva suele venir con una distribución y acabados predeterminados, la reforma de un piso antiguo permite adaptar cada espacio según las preferencias y necesidades del propietario. Desde la redistribución de estancias hasta la instalación de tecnología inteligente, las posibilidades de personalización son prácticamente infinitas, lo que hace que cada vez más personas prefieran invertir en la renovación de una vivienda en lugar de conformarse con las opciones limitadas del mercado de obra nueva.
A pesar de sus ventajas, las reformas también presentan desafíos. El proceso puede ser largo y complejo, requiriendo una planificación meticulosa y una inversión inicial significativa. Además, la búsqueda de profesionales cualificados y de materiales de calidad puede ser un reto en un mercado en constante demanda. Sin embargo, la posibilidad de contar con un hogar adaptado a las necesidades actuales y con un valor patrimonial en aumento compensa ampliamente estos obstáculos para muchos propietarios.
¿Cuántas reformas se realizaron en España en los últimos años?
En los últimos años, el sector de la rehabilitación de viviendas en España ha mostrado tendencias diversas. En 2022, se llevaron a cabo aproximadamente 1,75 millones de reformas, lo que representó una disminución del 1,4% en comparación con 2021. Este descenso se atribuye al fin del auge de reformas impulsado por la pandemia, así como al encarecimiento del crédito y la inflación, que afectaron al ahorro de los hogares.
Sin embargo, en 2024, la gran rehabilitación experimentó un notable incremento. Según datos del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), la gran rehabilitación creció un 47% respecto a 2023 y un 117% en comparación con 2019, consolidando 2024 como el mejor año de la serie histórica en este ámbito.
Este repunte en la rehabilitación se ha visto impulsado por los fondos europeos Next Generation, que han fomentado una cultura de conservación y mantenimiento de edificios en España. Además, la superficie visada para obra nueva y rehabilitación en 2024 aumentó un 7% respecto a 2023 y un 5% en relación con 2019, alcanzando los 35.317.479 metros cuadrados.