Mantener limpias unas instalaciones es tan importante como mantener limpia nuestra vivienda. Sea el centro de trabajo, un lugar de ocio o incluso, un espacio abierto, cumplir unos mínimos de limpieza e higiene es esencial para mantener la salubridad. La suciedad no conlleva nada más que riesgos innecesarios para la salud de las personas. De ahí que podamos encontrar tantas empresas dedicadas exclusivamente a este sector: la limpieza. Desde los servicios públicos que trabajan para el estado o los distintos ayuntamientos, hasta empresas privadas como Gades Limp con un amplio abanico de servicios, pasando por profesionales independientes que realizan sus funciones en domicilios particulares.
El sector es muy amplio, tanto como necesario. La calidad de los servicios que ofrezca una empresa de esta categoría, debe ser muy elevada y comprometida. En la actualidad, ese compromiso debe focalizarse por igual en la sostenibilidad, como bien común y beneficioso para todos. Puesto que en el momento actual, todo lo que se relaciona con lo ecológico o sostenible sigue en auge, vamos a dedicar este artículo al tema de la limpieza sostenible. Es momento de reciclar, cambiar nuestros hábitos, pensar en verde, reforestar los bosques y reducir las emisiones de carbono, entre otras muchas medidas. Todas ellas que demuestren un claro compromiso con el medio ambiente y el respeto con el que debemos tratarlo.
Sin embargo, a pesar de estar tan de moda y gozar de una verdadera aceptación, esto de la sostenibilidad es algo que mucho no tienen especialmente claro. Sobre todo en cuestiones como la que nos atañe, la limpieza sostenible. Porque no, no es sostenible lo limpio, sino en la manera que se realiza esa limpieza que hace que algo, este limpio. Sabemos que el mercado en general, aprovecha sobremanera y de forma más que oportunista el aspecto de lo ecológico y sostenible. Lo hacen de forma imprudente y sin tener muy claro el concepto. Por desgracia para todos, en algunos aspectos se trata más de una burda estrategia de marketing que de una realidad.
Hay que comprender que es la sostenibilidad
Hacer una cosa puede ser útil aunque no sepamos porque la hacemos, pero si comprendemos porque se llevan a cabo ciertas acciones, las haremos como corresponde. De forma que realmente, sean eficaces. Por ejemplo, la limpieza con vinagre ¿es ecológica? Lo primero que hay que saber es si ese vinagre esta formulado para limpiar, lo que no suele ser así. Por otro lado, hay que conocer el pH del vinagre para saber el efecto que puede tener sobre las diferentes superficies y es el adecuado para eliminar la suciedad pretendida.
En este caso, el vinagre tiene un pH 2, igual que el pH de la suciedad presente en una casa. Eso quiere decir que no es adecuado limpiar con este producto, pues para eliminar la suciedad debe utilizarse un producto con pH neutro, salvo en los baños con acumulación de cal. Los productos ácidos como el vinagre, deterioran las superficies. Si esto sucede, no existe sostenibilidad por mucho que un oportunista internauta lo haga creer.
Entonces, ¿qué es sostenible? Según la RAE, se trata de la “Cualidad de sostenible”. La wiki, define el concepto un poco más y alude a “la existencia de condiciones económicas, ecológicas, sociales y políticas que determinen sus funcionamiento de forma armónica a lo largo del tiempo y el espacio, satisfaciendo las necesidades de la actual generación sin sacrificar la capacidad de las futuras…” Teniendo en mente el concepto y no la definición, comprobamos que algunos remedios caseros como el vinagre para la limpieza, no resulta sostenible ni ecológico, daña el entorno aunque no lo parezca y no es un verdadero producto de limpieza.
Para utilizar productos ecológicos y sostenibles en el ámbito de la limpieza, existen una serie de criterios que hay que cumplir. No se puede, aunque se haga, decir que un producto es ecológico porque se han reducido los fosfatos utilizados en su composición. En este caso, se trata de oportunismo, siguen siendo fosfatos que provocan la eutrofización del agua.
Veamos los criterios que hacen que un producto de limpieza sea sostenible y ecológico. En primer lugar, aclarar que los productos químicos, solo son una parte de lo que se considera una limpieza sostenible. Por tanto los criterios son:
- El rendimiento del producto que debe ser igual o mayor a de los productos estándar de su categoría.
- Seguros para las personas que los usan y las que habitan el entorno en el que se usan. No provocarán toxicidad una vez sean diluidos.
- No debe contener en su composición componentes carcinógenos, mutágenos, ni toxinas reproductivas que puedan ser dañinas.
- Estos productos no será corrosivos para piel y ojos, no causará daños irreversibles.
- En cuanto a la fragancia, deben ser aprobadas por la Asociación Internacional de Fragancias en Suiza.
- Pueden utilizar únicamente, colorantes clasificados como de uso alimentario y naturales aprobados.
- No pueden clasificarse como inflamables o combustibles, teniendo un punto de inflamación superior al noventa y tres grados.
- Deben ser totalmente respetuosos con el medio ambiente y biodegradables.
- Respecto al contenido de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV), no se utilizarán compuestos que agoten y deterioren la capa de ozono, estarán libres de contaminantes atmosféricos peligrosos.
- Se consideran ingredientes prohibidos en los productos de limpieza ecológicos, metales pesados como el plomo, cromo hexavalente, selenio o zinc, 2-butoxietabol, alquifenoles exotilados, fósforo, blanqueadores, amoniacos, etc.
- Deben ser biodegradables en un ambiente acuático.
- El pH del producto concentrado debe estar entre dos y once y medio.
- Han de ser respetuosos con los animales, no ser usados en pruebas sobre animales de ningún tipo. Quedando demostrado que una vez diluido no es tóxico para la vida acuática.
A parte de cumplir con estos criterios, los productos considerados sostenibles, deben cumplir con otra serie de criterios como el envasado en material reciclado, ser altamente concentrados, igual o más efectivos que los productos convencionales, reducir el uso de producto químico real por metro cuadrado y tener un precio competitivo.
Así se realiza una limpieza sostenible
Como es lógico pensar, a la hora de realizar una limpieza sostenible, deben elegirse las empresas que posean una filosofía de química sostenible o verde. Estas empresas se enfocan en desarrollar productos y procesos químicos que implican la reducción o eliminación de productos químicos no sostenibles. Estas empresas cumplen con los siguientes principios:
- Prevención. Mejor prevenir la formación de los residuos que eliminarlos.
- Eficiencia atómica. Los métodos deben ser diseñados para obtener la máxima incorporación del producto en las materias utilizadas.
- Síntesis segura. Cuando sea posible diseñar metodologías sintéticas para el uso y producción de sustancias con escasa toxicidad.
- Productos seguros. Diseñados para ser eficaces sin presentar demasiada toxicidad.
- Disolventes seguros. Deber ser innecesarios y en cualquier caso, inocuos.
- Eficiencia energética.
- Fuentes renovables. Las materias de partida deben ser renovables y no extinguibles en la medida de lo posible.
- Biodegradabilidad de los productos químicos que deben ser diseñados para que al cumplir su ciclo de vida, no persistan en el ambiente.
- Polución. Deben prevenir la formación de sustancias peligrosas.
- Prevención de accidentes. Las sustancias y su forma de uso debe seleccionarse de manera que minimice la posibilidad de accidentes.
Teniendo todos estos criterios en cuenta, a la hora de realizar una limpieza sostenible hay que realizar unas prácticas como las que citaremos a continuación.
- Utilizar productos a base de agua y no solventes.
- Utilizar sistemas de control de dilución.
- Usar químicos concentrados.
- Usar productos de limpieza sostenible.
- Limitar la cantidad de químicos y utilizar multiusos.
- Limitar la cantidad de desinfectantes, sanitizar puede ser suficiente.
- Utilizar pulverizadores adecuados que no produzcan niebla para reducir el riesgo de inhalación.
- Contar con unos programas de mantenimiento de suelos, alfombras, moquetas y techos.
- No utilizar sistemas de abrillantado y pulido como el cristalizado.
- Fomentar el uso y mantenimiento de los felpudos a la entrada.
- Implementar programas de mantenimiento de alfombras y moquetas y de limpieza profunda sin esperar a que estén sucias.
- Si se produce un derrame, limpiar de forma inmediata.
- Fomentar procedimientos adecuados para lavarse las manos.
- Utilizar productos eficaces en agua fría.
- Disponer de ventilación cuando se utilicen productos químicos.
A parte de estas recomendaciones respecto a las prácticas de limpieza sostenible, hay que prestar atención a las que se centran en la limpieza de baños y lavabos, como utilizar papel higiénico reciclado, programar las limpiezas y como se deben hacer, fomentar los dispensadores de secado al aire, asegurar que los drenajes funcionan de forma correcta, utilizar bayetas de microfibra y tener herramientas de limpieza solo para estas zonas.
Para concluir una limpieza sostenible, nada mejor que combinarla con el reciclaje y llevar a cabo una encuesta sobre los residuos más habituales. A partir de ahí, estandarizar el tamaño de los recipientes destinados al reciclado y fomentar el reciclaje de papeles impresos y su uso por ambas caras. Limpiar los contenedores diariamente y separar la basura seca de la húmeda.
Cada vez son más las empresas que centran sus esfuerzos en realizar este tipo de limpieza. Conlleva un esfuerzo menor aunque no lo parezca y muchos beneficios a largo plazo.